Verrugas / Papilomas Plantares

Las verrugas son una de varias afecciones de los tejidos blandos del pie que pueden ser bastante dolorosas. Son causadas por un virus y pueden aparecer en cualquier parte de la piel. Las que aparecen en la planta del pie se denominan verrugas plantares. Los niños, especialmente los adolescentes, tienden a ser más susceptibles a las verrugas que los adultos. Algunas personas parecen ser inmunes a las verrugas.

El virus que causa las verrugas generalmente invade la piel a través de cortes y abrasiones pequeñas o invisibles. La verruga plantar a menudo se adquiere al caminar descalzo sobre superficies sucias o terreno con basura donde acecha el virus. El virus causante prospera en ambientes cálidos y húmedos, lo que hace que la infección sea una ocurrencia común en las instalaciones de baños comunales. 

Si no se tratan, las verrugas pueden crecer hasta una pulgada o más de circunferencia y pueden extenderse en grupos de varias verrugas; a menudo se les llama verrugas en mosaico. Como cualquier otra lesión infecciosa, las verrugas plantares se propagan al tocar, rascar o incluso al contacto con la piel desprendida de otra verruga. La verruga también puede sangrar, creando otra ruta de propagación. Ocasionalmente, las verrugas pueden desaparecer espontáneamente después de poco tiempo y, con la misma frecuencia, pueden reaparecer en el mismo lugar.

Es aconsejable consultar a un médico podólogo cuando se detecta cualquier crecimiento sospechoso o erupción en la piel del pie para garantizar un diagnóstico correcto. Es posible que aparezcan una variedad de lesiones más graves en el pie, incluidas lesiones malignas como carcinomas y melanomas. Aunque son raras, estas afecciones a veces pueden identificarse erróneamente como verrugas.

Es posible que su podólogo le recete y supervise el uso de una preparación para eliminar las verrugas. Sin embargo, es más probable que esté indicada la eliminación de las verrugas mediante láser o un simple procedimiento quirúrgico, realizado con anestesia local.

• Evite caminar descalzo
• Cámbiese de zapatos y calcetines a diario
• Mantenga los pies limpios y secos
• Revise los pies de los niños periódicamente
• Evite el contacto directo con verrugas de otras personas o de otras partes del cuerpo.
• No ignore los crecimientos o cambios en su piel
• Visite a su médico podólogo como parte de su chequeo médico anual